06 December 2011

Hunger hurts but starving works when it costs too much to love

Hoy me di cuenta que estoy enamorada, completamente, perdidamente. De un tipo que conocí aquí en Francia, hace un tiempo, por pura casualidad y en el momento en el que menos lo esperaba. Por estos rumbos los días se ponen cada vez más fríos, grises y lluviosos; la carga de trabajo es excesiva y la mayoría del tiempo siento que me ahogo entre todas las cosas pendientes por hacer, pero sólo escucho sus historias y todo el mundo exterior desaparece. Me hace muy feliz. Me encuentro todas las mañanas, durante la media hora que dura el trayecto para ir al centro, apretujada entre la multitud, pero sonriendo como una adolescente ingenua, haciendo de esos espectáculos asquerosos y patéticos que sólo dejan de serlo hasta que te encuentras en uno, en lugar de verlo desde afuera (añorando estar allí).

¿Cómo alguien puede ser tan deliciosamente inteligente Y divertido a la vez? Solía creer que eso era imposible, que esa combinación en el equilibrio ideal era algo con lo que se podía soñar pero nunca encontrar en la vida real. Porque tiene un talento para hablar de cosas extremadamente serias, técnicas y complejas y en menos de cinco segundos introduce una anécdota, una broma y todo se vuelve ligero otra vez. Me encanta cuando habla de sí mismo, y lo hace seguido porque es honesto, abierto y no tiene miedo de abrirse a los demás. Habla de su infancia, de las cosas que lo marcaron, de sus intereses académicos, pero también de esos extraños fetiches que lo han atormentado en todos estos años y que explican muchas cosas de su vida, de su personalidad… y también de su carrera académica. Me fascina cómo nunca se toma a sí mismo demasiado en serio: es brillante, pero eso no le impide hacer chistes de sí mismo, hablar de sus defectos, incluso de su apariencia física.

Tenía mucho tiempo de no sentir esto: esa sensación de calma y tranquilidad cuando sabes que estás con la persona correcta; que todo en el mundo está en su lugar. Por primera vez en mucho tiempo me siento acompañada; cuando dice cosas que yo pensaba pero que nunca había logrado verbalizar finalmente me siento comprendida. Y está siempre allí para mí.

Quiero estar todo el tiempo con él, todos los días, todo el día. Estoy segura que no me voy a aburrir y que él no se va a desesperar; que no va a tener miedo, que no va a querer ponerme en una caja de la que sólo me va a sacar cuando le convenga o tenga tiempo. Estoy segura que yo voy a ser una prioridad para él como él lo es para mí. Quiero conocerlo bien, aprender hasta la cosa más irrelevante que tenga que enseñar, escuchar cualquier ocurrencia que tenga que decir. Quiero perderme en esto, aniquilar cualquier ilusión de separación; dejar de existir en tanto que ente individual, solitario y triste, como me he acostumbrado a vivir hasta ahora.

Es verdaderamente una lástima que él no sepa todo esto. Peor aún, que yo nunca vaya a decírselo. Algunas cosas son mejor así cómo están.

9782020966870

Today I realized that I am in love; utterly, completely. With a guy I met here in France, a while ago, by chance and in the moment I was least expecting it. Here, the days are getting colder, grayer and it rains all of the time; the work load is excessive and most of the time I feel like I’m drowning amongst all of the things still left to do, but I just hear his stories and the outside world disappears. He makes me so happy. I find myself every morning, during the half-hour ride downtown, being pushed by the crowd, but smiling like a naïve teenager, making one of those pathetic and disgusting shows that only stop being so when you get to be in one, instead of looking from the outside (longing to be there).

How can anybody be so deliciously smart AND funny at the same time? I used to think it was impossible, that this combination in the perfect balance was something you could only dream of but never find in real life. Because he has such a talent for speaking about many serious things, technical and complicated, and in less than five seconds he introduces an anecdote, a joke and everything gets light again. I love when he speaks of himself, and he does it frequently because he is honest, open and has no fear of opening himself to others. He talks about his childhood, about things that have left a mark in him, about his academic interests, but also about those strange fetishes that have haunted him all of these years and that explain a lot of things about his life, personality… and his academic career. I love the way he never takes himself too seriously: he’s brilliant, but that doesn’t prevent him from joking about himself, of being self-deprecating, even when it comes to his physical appearance.

It has been awhile since I felt this way: peace and calm, knowing that I’m with the right person; that everything in the world is where it’s supposed to be. For the first time in a long time I don’t feel alone; when  says things I thought but could never verbalize I finally feel understood. And he’s always there for me.

I want to always be with him, every day, all day. I’m sure I won’t get bored and he will not get annoyed; he won’t get scared, he will not want to put me in a box where he will only take me out when it suits him or when he has time. I’m sure I will be a priority for him as he already is for me. I want to know him well, learn even the tiniest thing he has to learn, listen to whatever crazy thing he has to say. I want to lose myself in this, to annihilate any illusion of separation; stop existing as an individual being, sad and lonely, as I have gotten used to so far.

It’s a real shame he doesn’t know all of this. Even worse, that I will never tell it to him. Some things are better the way they are.

5 comments

  1. Anonymous7:40 PM

    Está claro que no la conquistó por su físico

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  2. El libro señores! Estoy enamorada del libro! Ahhh, dónde está ese sentido del humor?

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  3. Anonymous3:14 AM

    RAAAWWWWR!

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