Desde hace varios meses me hablaban de lo maravillosa que es la Navidad en París, sus decoraciones, su ambiente, su majestuosa nieve… Y pues aprovechando la coyuntura de múltiples factores me di a la tarea de investigar si las festividades en la capital son más intensas que en cualquier otro lado.

Las vitrinas de las tiendas son espléndidas, es cierto, pero no hace falta mucho para convencerme. Con matrioskas y macarons soy feliz.DSC02981DSC03098Plazas y monumentos muestran sus mejores galas; se instalan pistas de patinaje sobre hielo…DSC03094DSC03406Pero a veces se da la impresión que los árboles de Navidad son todos escuálidos con respecto a lo que quieren decorar. Es probable que sus aspiraciones sean demasiado altas. DSC03492 DSC03876DSC03879Voy a tener que aceptar que la nieve es preciosa… para estar en casa, con un chocolate caliente y comida de la temporada. Para hacer turismo es una experiencia de riesgo extremo digna de Bear Gryll.DSC03078DSC03272 DSC03280DSC03283DSC03289 Tal vez este año no me picó el bicho de la Navidad. Es la única explicación que encuentro para no haberme maravillado ante el despliegue ornamental de los Champs-Elysées. Y sin embargo reconozco que todo estaba muy bonito; el vino caliente y las salchichas alemanas estaban geniales, la compañía encantadora… DSC03305DSC03293DSC03294DSC03303DSC03308DSC03312DSC03314DSC03317DSC03319DSC03322La Torre y sus alrededores también estaban de fiesta y no aspiraban a menos que a tener su propio mercado navideño y pista de patinaje. DSC03703DSC03705DSC03710DSC03717 Pero la Navidad es una fiesta hogareña, y los nómadas somos impermeables a ella.


Los primeros indicios que se acercaba la Navidad llegaron en los últimos días de noviembre, cuando en la plaza Pey-Berland, frente a la catedral Saint-André y a la Alcaldía se instaló una pirámide compuesta por 3,5 toneladas de verduras, para inaugurar el congreso anual de la Federación de productores de verduras de Francia. DSC02439DSC02440La pirámide estuvo en exhibición desde el 30 hasta el 2 de noviembre y luego todas las verduras fueron donadas a instituciones de caridad. DSC02442DSC02443 Luego, las festividades se desplazaron al apartamento, ya que el frío y el exceso de trabajo hicieron más escasas las vagancias. Para contar los días antes de Navidad, Esther colocó una versión casera de un calendario del Adviento, compuesto por regalitos diarios que cada una de las que vivimos en casa tendría que abrir sucesivamente. Dentro de cada regalito hay una sorpresa que siempre mejora el final del día.DSC02593Para festejar la visita de Anna, la hermana de Esther, Jacques nos introdujo a la “raclette”, un plato típico del invierno en las montañas. P1010354P1010350P1010352Lo divertido de esto es que se tiene una hornilla en el centro y cada persona cuenta con una mini parrilla donde coloca queso, cebolla, hongos, jamón o cualquier cosa que quiera calentar o derretir para luego colocarlo encima de papas cocidas. ¡Es riquísimo!P1010353P1010358En otra reunión, Esther compartió los bocadillos navideños que sus padres le enviaron de Alemania. Una caja llena de chocolates, galletas, tés de miel y canela y especies para preparar vino caliente que ella preparó para todos nosotros.DSC02657DSC02671DSC02685DSC02682 DSC02662DSC02676No entiendo muy bien cómo esto forma parte de celebraciones pre-navideñas, pero supongo que el frío horrible que hace en el exterior lo hace digno de mención en este espacio. Señoras y señores, fui a un partido de fútbol (tengo la bufanda de un equipo para probarlo a todos aquellos incrédulos). No, no se está acabando el mundo y no estoy cumpliendo con las mil y un cosas que hacer antes de morir. Sencillamente Jacques es muy fanático del deporte y no lograba comprender mi completa indiferencia al respecto, viniendo de una tierra prometida para él, donde todo mundo come, vive y respira fútbol. Se dio a la tarea de hacerme conocer ese mundo: primero me hizo ver un documental sobre Zinedine Zidane y al día siguiente me llevó a ver a Bordeaux contra Rennes al estadio Chaban-Delmas. Obviamente no puedo dar una crítica profesional al respecto, pero algo me dice que cuando no se anotan goles y el mismo público abuchea a los dos equipos es que no jugaron bien. Afortunadamente teníamos al lado a un niñito bien metido al rollo que con su lenguaje coloquial nos hizo reír mucho, y hubo tantos disturbios y peleas en el público que aunque sea de esa forma no dejamos de sentir emociones fuertes. DSC02884El estadio no estaba tan lleno, pero la tribuna de la fanaticada de Bordeaux estaba a reventar y ni un tan sólo segundo dejaron de cantar, gritar y hacer relajo.DSC02882Esos pobres tres pelados que se ven en medio de la foto son la barra de Rennes, que eran tan pocos que daba lástima presenciarlos. DSC02885A pesar de todo creo que podría calificar como exitosa mi primera incursión al lado oscuro, y ahora tengo que hallar una forma de esconderle a Jacques todos los posts que alguna vez he escrito en contra de este noble opio del pueblo. (Las frases “¡La pinche National Geographic del mes está dedicada al fútbol! Me parece que he muerto y caído en el infierno.” me parecen tan épicas.)

Días después Esther me alegró la temporada anunciándome que iba a quedarse hasta junio del otro año (su intención original era de irse en febrero), pero desgraciadamente empezó la cuenta regresiva para despedir a Alice y a Adriana que parten para continuar su maestría, primero en Bilbao y luego en Southampton.DSC02739DSC02740DSC02742 Aliviamos nuestro dolor de la única manera que conocemos: comiendo. Organizamos nuestra última cena de crepas.DSC02890 DSC02891 DSC02894 DSC02899DSC02889Y bueno, se viene la Navidad, y ahora más que en cualquier otro año tengo a Joni Mitchell en la cabeza. I wish I had a river I could skate away on…