16 December 2008

Sobre la vida, Californication, Dexter y the Hills

Con cada día que pasa se van terminando cada vez más clases y lentamente me voy despidiendo de la vida –que supuestamente era sin preocupaciones- como estudiante de la universidad. Hoy le digo adiós a Italiano, a Planificación y Urbanismo 2, a la segunda temporada de Californication, a la tercera de Dexter y me preparo para la entrega del Seminario, el examen de Obras, el proyecto de Obras y el final de la cuarta temporada de The Hills.

Por primera vez en mucho tiempo tengo unas cuantas horas para retomar lo que considero la normalidad, así que voy a obviar Planificación, ayer hablé de Italiano y por ende me queda todo el panorama libre para explicar la raíz de la empatía que sentimos hacia un personaje tan tenebroso como Dexter Morgan. Hablo desde la perspectiva de una novata puesto que no he visto las primeras dos temporadas de la serie y probablemente la única razón por la que empecé a verla es porque estuve enterada de la increíble cantidad de publicidad que le hicieron antes de estrenar esta temporada y porque habían repeticiones los viernes en la noche, cuando no hay otra cosa que ver. Desde el primer episodio uno se pregunta qué es lo que tiene esta serie que la hace tan adictiva si el protagonista no es tan guapo (si nos guiamos por la primera impresión; después de “conocerlo” todo cambia), no hay escenas que requieran supervisión adulta aparte de las sangrientas, y su trama corre el riesgo de encasillarla en otro drama más al estilo CSI, NCIS, NYPD Blue donde un equipo policial investiga crímenes, con la salvedad de que en este equipo trabaja uno de los asesinos de la ciudad, probablemente uno de los mejores. Pero este pequeño detalle cambia toda la perspectiva de la historia. Como espectadores se nos presenta el dilema: ¿por qué estar del lado de Dexter? ¿Por qué quererlo y apreciarlo y empezar a torcer nuestra visión del bien y el mal al punto de simpatizar con un asesino en serie? Resulta que el programa tiene demasiado a su favor y que todos en el fondo, somos como el personaje principal.

A falta de la posibilidad de viajar, algunos obtenemos nuestro conocimiento del mundo a través de la televisión por cable y al analizar a Dexter es casi obligado compararla también con otra serie que se desarrolla en Miami: Nip/Tuck. La razón porque Nip/Tuck haya comenzado en esta ciudad suena casi obvia: es un lugar de sol, playas, ropas muy cortas y por lo tanto tiene una necesidad urgente de cirugías plásticas. Pero también se volvió un personaje más de la trama ya que la actitud relajada y decadente que los anuncios de Viva Florida y las canciones de Will Smith quieren transmitir sobre ella hacía resaltar aún más la actitud conservadora de Sean McNamara, que vimos en el primer episodio, ni siquiera podía hablar español en el enclave cubano por excelencia. Christian es el producto de un excesivo asoleamiento e intoxicación por bloqueador: un hombre/zorro seductor, atractivo y demasiado preocupado por su apariencia; un personaje que no tendría sentido en otro lugar que no fuera Miami, a tal grado que ahora que los doctores se trasladaron a Los Angeles el pobre tiene problemas para adaptarse. En general, se queda grabada la imagen de una ciudad tan bonita que no posee otro mérito más que su apariencia, al igual que su gente. Dexter agrega un componente más: es mejor no saber qué hay debajo de toda esa fachada porque tu vida puede correr peligro. Otra vez por comparación, si la trama de Dexter se desarrollara en un lugar como Nueva York no tendría nada de especial que el protagonista fuera tan minucioso, obsesivo y previsor; se acoplaría como un psicótico más en la nave nodriza de las enfermedades mentales. Pero en Miami él brilla por su peculiaridad; hasta su hermana, también policía y también correcta a primera vista, sucumbe a la tentación enamorándose de un cantante latino que creía que era un informante. Es un ambiente perfecto para él: en el día es un policía forense que analiza las manchas de sangre en las escenas de los crímenes, a punto de casarse con una mujer que espera su hijo y que ya es madre de otros dos niños, un hombre tan previsible que hasta los meseros en los restaurantes saben qué va a ordenar. Pero por las noches se dedica a matar a criminales de los que ha obtenido los datos gracias a su trabajo.

Atormentado por las visiones de su padre ya fallecido que se aparece para recordarle sus lecciones, Dexter va por la vida haciendo lo que debe y también lo que le gusta, aunque lo segundo a escondidas. Él ya superó esa etapa de sentirse culpable porque no cumplió con las expectativas de papá o porque no es una persona normal que puede tener conexiones honestas con otros seres humanos. Lo evidencia en esta temporada en la que el hilo conductor entre los episodios es su nuevo amigo, el fiscal Miguel Prado, la planificación de su boda y las expectativas de ser padre. Miguel es lo más cercano que pudo haber tenido a un amigo íntimo, al punto que lo inició en su hábito sangriento. Sin embargo, cuando este se muestra indigno de esa confianza no se detuvo en miramientos para deshacerse de él, y es en este punto en que nuestro personaje deja de ser un simple peón en una historia para convertirse en un modelo a seguir. Qué daría yo por poder aceptarme de esa manera, por tener la conciencia tan tranquila que ni siquiera las cosas que pienso o hago que no pueden saber los demás porque no las entenderían o aprobarían no empañen mi vida diaria ni la forma en que me veo a mí misma. Él es un ejemplo de auto referencia, en el mejor sentido que pudo haberlo expresado Deepak Chopra y todos aquellos que debemos fingir -por propósitos de convivencia con terceros- que somos correctos y morales pero que por dentro nos carcome la perversidad y el libertinaje hemos encontrado a alguien a quien admirar.

No pude evitar pensar, cuando vi los dos finales felices tanto de Dexter como de Californication, que esa es la estrategia de Hollywood para hacernos olvidar cómo el mundo se desmorona financieramente mientras los mortales nos consolamos con televisión. Ahora que ya no tenemos mafiosos a quienes apoyar, Showtime nos presenta a asesinos justicieros y a escritores promiscuos; el concepto del héroe à la Superman, tipo boy scout como me dijeron hace unos días, ya es historia. Hank Moody y sus peripecias son más ligeras que el personaje que analizamos previamente pero no por eso es menos adorable. Voy a confesar que estoy parcializada desde los tiempos gloriosos de the X files, donde Mulder era el prototipo del hombre con el que quería tener hijos, y probablemente continúe con esa nostalgia cuando lo veo con esta nueva personalidad. La cuestión es que si a Hank se le quita el hecho que mujer que mira es mujer con que se acuesta, es sencillamente un hombre que se desvive por su hija –el tipo de niña que me gustaría tener, así como Nemi es la mujer que me gustaría ser- y por la madre de su hija, que resulta la villana porque no le perdona sus infidelidades. Pero hasta Hank, que tendría toda la razón en ser infeliz porque dejó ir a la mujer que adora al otro lado del país para no separar a su hija de su novio, termina diciendo después de 12 turbulentas semanas que la vida es buena.

Sin embargo la vida sigue adelante y es tiempo de que nos preparemos para lo que ha de venir. Mañana regreso a mis reuniones en grupo para el Seminario, el jueves me tocará estudiar para Obras y la otra semana termina the Hills, ahora sin Whitney. Creo que eso me preocupa más que el hecho que Heidi finalmente se haya emborrachado tanto que haya aceptado a ese horroroso de Spencer como su esposo. ¿Qué va a ser de Lauren ahora? Audrina resultó una loca que la acusó de andar con Justin Bobby, que a pesar de lo poco higiénico que pueda ser jamás le hubiera hecho eso con una amiga tan cercana (y que le caía tan mal), aparentemente se va a reconciliar con Heidi pero es como volver a pegar piezas de cerámica a las que no se les puede borrar la marca de que alguna vez se quebraron, y Lo… Lo es telonera, no tiene suficientes conflictos internos para ser protagonista principal. (Noten cómo dejé por fuera a Stephanie, que para ser una Pratt tiene una seria deficiencia de personalidad.) ¿Qué va a ser de mí cuando termine las clases y tenga que buscar un lugar para hacer mi práctica? ¿Adónde voy a ir a dar?

Afortunadamente, no todo se ha terminado. Queda el resto de diciembre para dormir un poco (y trabajar en el proyecto de Obras ¬¬), recuperar energías y fe en la vida, así como un episodio más de the Hills. Más adelante nos preocuparemos por lo que el futuro nos depare, de la misma forma que Whitney en the City. Lo único que no pude aplicar para toda mi metáfora arquitectura-Mtv fue la nueva serie de Brody: ¿buscarse un nuevo amigo que reemplace a Spencer???? De verdad que hacen programas de cualquier cosa en estos días.

5 comments

  1. De las tres sólo sigo californication. Por lo que comentás Dexter promete mucho, habrá que verla. The Hills la rimera vez que escucho de su existencia. Una serie nueva que me encanta es de humor "The big bang theory" pero es en otro plan, tenes que identificarte con el freakismo de lso personajes para apreciarla.

    Saludos!

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  2. Anonymous8:55 AM

    Ayer como a las 11pm lei de volada este post, pero como ya me hacia durmiendo en mi camastron, no lo pude apreciar como debido era, en cambio, ahorita a las 850am, siento lo mismo.

    De las series mencionadas, solo he visto brevemente a Dexter, me pareció interesante, pero como siempre ando en zapping y me quedo barado en algún documental o serie animé, entonces no le he podido seguir el hilo como es debido, ya a estas alturas dudo muho acordarme de seguirle el hilo.

    "Cali" y "las Jilles" no me llaman en lo absolut vodka la atención, no se porqué, pero me envenenaría con Gilmore Girls y "Two and a half men". Y sobre lo que dijo el compañero Isma, "The big bang theory" es muy perspicaz en su estilo de humor "freak"... me encanta...son pocos los apitulos que he visto, pero me encanta, cada que llego al puerto donde las pasan, encayo y trato de disfrutarla sin que mi hermana moleste porque no le entiende. xD

    Ah si, otra que me gusta es "Pushing Daysies", siempre está ese "no se qué" que m gusta.

    Saldudos y lo mejor siempre.

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  3. Creo que gracias a vos no me da pena decir que me encanta The Hills

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  4. He cumplido mi misión entonces \m/

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  5. Anonymous11:35 PM

    Quise leer todo el post pero pero me faltan 3 episodios de Dexter y me parecia que iba a entrar en detalles por eso no seguí, le recomiendo que mire la serie desde la primer temporada aun habiendo visto esta temporada los anteriores capitulos siguen impresionando (no que estos sean malos o algo parecido), de californication solo vi unos capitulos pero no segui, talvéz sea porque no me identificaba con el personaje como es el caso de Dexter, ja, si no ha visto Weeds se la recomiendo tambien, y ya, adios. Feliz dia y prospera semana nueva.

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