20 October 2008

Esta tarde mientras con mi grupo de una clase revisábamos con una arquitecta el trabajo que habíamos llevado, se acercó otra maestra, pidiéndonos que firmáramos una petición.

El presidente de nuestro país va a asistir a la XVIII Cumbre Interamericana de Jefes de Estado y ciertos miembros de la sociedad civil (junto con la Iglesia Católica) están en contra de que firme un acuerdo que se tiene programado en esa cumbre, debido a ciertas cláusulas que este contiene. Según la petición que nos mostraron, el acuerdo “impulsa la salud sexual reproductiva y la ideología de género”, y provee a los jóvenes con “acceso a servicios y al uso de métodos anticonceptivos, a servicios de salud, como el uso de clínicas móviles, centros de salud asociados a las escuelas, farmacias entre otros, cuidados confidenciales, libres de discriminación, de juicios negativos y de desaprobación y empoderamiento de las mujeres adolescentes”. La carta habla sobre el “ejemplo de Uganda”, donde supuestamente se ha reducido el contagio del SIDA por medio de programas de abstinencia; acusa a las grandes empresas farmacéuticas y a los que viven de la industria del aborto y las esterilizaciones de estar en contra de esos programas, e incluso ataca a los grupos pro aborto y afirma que el aborto legal no es seguro y que su legalización incitaría a la promiscuidad. Como alternativa, la carta propone “una verdadera educación en la afectividad y la sexualidad, promoviendo el autodominio y educando su voluntad”.

Mientras mi maestra y mis compañeras firmaban y se discutían las razones por las que las mujeres deciden tener relaciones pre maritales, hacer uso de métodos anticonceptivos e incluso llegar a practicar un aborto, yo me debatía sobre qué sería lo políticamente correcto en esa situación. No podría dormir por las noches sabiendo que firmé esa carta. Está en contra de todo lo que creo, de todo lo que he llegado a aprender, tanto por ejemplos de familiares, amigos, conocidos, por lo que he leído, por lo que he visto en la vida. Preferiría haber filmado el anuncio del político horroroso por 500 lempiras y dejar que todos vieran mi cara mientras me vendía hipócritamente, que poner mi nombre en ese papel. Tampoco iba a intervenir en la conversación: no me imagino la cara de espanto que pondrían mis maestras cuando supieran que yo estoy a favor del uso de los anticonceptivos, apoyo la legalización del aborto y estoy de acuerdo con la educación sexual que no se limite a la abstinencia. Se nos dijo que esta carta era de parte de la “sociedad civil”, pero comprobé con el periódico que la iglesia católica estaba detrás de esto, lo que no es de sorprenderse.

No puedo firmar por muchas razones. En primer lugar siento que como seres humanos debemos tener el derecho y la opción de elegir, y no ser juzgados al respecto. Pero para poder elegir necesito conocer todos los hechos, conocer todas las implicaciones y consecuencias de mis actos, pero también tener la oportunidad de corregirlos y no ser castigada por ellos. Cuando proponen programas de abstinencia en lugar de educación sexual no se me está dando la oportunidad de elegir: se me está influyendo a que tome una decisión basada en criterios religiosos -que si no comparto la religión no son válidos-, o basada en criterios ajenos que no tuve la oportunidad de evaluar por mí misma. No hay ninguna decisión que tomada en la ignorancia produzca resultados positivos. Este tipo de temas cobran mayor magnitud y se vuelven más poderosos cuando no se discute sobre ellos, cuando se pretende ocultar la realidad y pretender que el “autodominio” haga milagros. Siempre he creído que gran parte de nuestra situación como país tercermundista se debe a la profunda influencia que tienen estos sistemas religiosos en nuestra población. Su doctrina de no educar a la gente, donde la mayoría son personas pobres que no reciben otra guía que la que encuentran en la iglesia, resulta en familias numerosas, sin posibilidad de mantenerse, sin lugar dónde vivir o viviendo en hacinamiento y condiciones infrahumanas. El caso de Roe vs. Wade en los Estados Unidos y su consecuente legalización del aborto en ciertos estados resultó en un descenso significativo de la criminalidad en los lugares donde se aprobó, ¿con qué criterio vamos a darnos el lujo en este país de no legalizarlo? ¿Por cuestiones religiosas? Las mujeres jóvenes que quedan embarazadas tienen muy pocas probabilidades de continuar con su educación, y las familias más pobres tienen como jefas a madres solteras, que a su vez tienen hijas con mayores posibilidades de ser madres solteras y pobres también, ¿con qué derecho se le puede negar a una mujer a que esté informada y que tenga acceso a métodos anticonceptivos? No sé en qué pedestal creen que están estas sociedades civiles como para que ellos sean los únicos con derecho a educación, con derecho a anticonceptivos y con derecho a tener sexo, como para prohibírselo a todos los demás.

Por suerte la discusión fue tan intensa entre las maestras que no se dieron cuenta que no firmé. Si lo hubieran notado y me hubieran preguntado sobre mis razones para no hacerlo lo más seguro es que me habría ido por la tangente, pidiendo tiempo para leer bien la carta y firmarla hasta que estuviera “bien informada”. Sin embargo yo estoy informada, yo he tenido esa oportunidad, y no considero justo que otros no la tengan.

5 comments

  1. Si nos vamos a la historia, los movimientos religioso fundamentalistas (incluyase a Cristianos, no sólo a Musulmanes como se cree según un antiguo prejuicio) han hecho muy poco por beneficiar a la humanidad, es más, la épocas de mayor oscurantismo están relacionadas con estas ideas.
    En los países donde no hay un claro laicismo se dan las mismas circunstancias y es curioso que aquellos donde esto es bien definido sean de amplio desarrollo, no por su tamaño(Como otras grandes potencias), tampoco es de extrañar que en la Europa del primer mundo el ateísmo y el laicismo estén en constante crecimiento.
    En Honduras muy pocas veces las iglesias han salido de sus posiciones conservadoras y se han opuesto a todo cambio político de avanzada (Morazán, por ejemplo ¿cuáles fueron sus opositores?) y es más que notorio como esto ha afectado toda nuestra historia debido a la falta de educación y al círculo vicioso de la pobreza. En el caso de la clase alta de éste país su subdesarrollo es una condición del pensamioento como decía Compte.

    ¡Arriba tus ideas liberales! no tienes por qué tener verguenza de ello.

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  2. Justo hoy tenia una platica con 4 seminaristas de como la iglesia sigue siendo en la mayoria de casos "el opio del pueblo", estabamos hablando sobre la problematica de los medicos de la unah y la catolica, sobre el debate de mel sobre la droga, y la huelga de los fiscales...

    estoy de acuerdo que en esas posturas tradicionales, restan en el desarrollo de los pueblos, pero no estoy de acuerdo en totalizar en que la iglesia no ha aportado nada, basta ver los procesos de El salvador y guatemala, en donde gran parte del movimiento de liberacion era propiciado por la iglesia... no me refiero solo a Jerarquia, sino a Laicos comprometidos...

    con respecto al tema... me encuentro totalmente a favor en educar para elegir, la ignorancia nunca sera simbolo de mejor preparacion, y me parece ridiculo pensar que no hablar es hacer desaparecer los diversos metodos...
    solo por vivencial personal si no estoy de acuerdo en el aborto...

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  3. Cuenta la Biblia que en una ocasión el pueblo llegó a tal punto de confianza en el que "estaban a punto de venir y prenderlo para hacerlo rey". Viendo esto, "Jesús, [...] se retiró otra vez a la montaña, él solo." (Juan 6:15)

    Poco antes de morir, cuando se le preguntó si era rey (para medir su posible influencia política), el contestó "Mi Reino no es parte de este mundo" (Juan 18:36).

    Durante el primer siglo los llamados cristianos no fueron participantes políticos, que intentaran ejercer poder de ninguna forma, y creo que todos sabemos bastante sobre su protagonismo con otras minorías, en circos romanos.

    Con esa base (y por supuesto, con todo respeto): puede decirse que representa a Jesús cualquier activista político? Fue parte de sus enseñanzas andar en movimientos como esos? Puede llamarse auténticamente 'cristiana' cualquier asociación religiosa que lo haga? Cuando lo hacen, lo harían en su nombre?

    Como decís vos, Marce, estar bien informado es la clave para pensar con apertura y no confundirnos.

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  4. Anonymous6:32 PM

    Ola

    passei por aqui e gostei do que vi.

    Parabens!

    voltarei

    Carla

    http://arte-e-ponto.blogspot.com

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  5. La idea es clara: el conocimiento es poder. Al evitar difundir enseñanza y conocimiento en este tipo de temas se vuelve vital, para que uno justamente no llegue a verse en una situación relacionada a este tema, y simplemente no sepa cómo actuar, a quién acudir y qué hacer y/o esperar. El oscurantismo acerca de este tema es la mayor razón por la cual estas cosas salen mal o simplemente suceden cuando no deberían.

    Estoy completamente de acuerdo con todo: desde el punto que la iglesia no tiene razón alguna de estarse metiendo en asuntos políticos, usando cortinas de humo baratas y adormeciendo a las personas, hasta el tema del aborto.

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