06 November 2007

No tengo muchos lugares a los que escapar en días como hoy, ni siquiera mentalmente. El presente es nefasto, el futuro se ve sombrío, el luminoso pasado sólo me hace sentir aún más miserable porque sé que nada puede repetirse. Yo siempre digo que hay que pelear, pelear hasta el final, agotar el último aliento y aceptar la derrota hasta que has derramado toda tu sangre en el intento: ese momento ha llegado, me rindo. He intentando ser alegre, impositiva, complaciente, asertiva, lastimera, no me quedan más disfraces que probar. Voy a ser honesta y aceptar que estoy a la merced del Destino y de lo que quiera decidir para mí, de la gente que quiera ponerme al lado o quitarme de encima, que mi impotencia es mayor que cualquier capacidad para entenderla.

Maldita madrugada en la que no puedo dormir porque no puedo respirar. Dentro de una hora me toca repetir la diaria comedia en la que todo está bien, como si los resultados fueran un indicador confiable. Voy a levantarme de mala gana, bañarme con los ojos cerrados. Alguna canción feliz mientras me cambio. Como ya va a ser tarde, voy a empacar mi desayuno. Me subo al carro, el beso de buenos días; pasamos por ella; probablemente no hable mucho porque voy a estar desvelada. Tomo mi café, me despido y voy a sentarme en las mesas del edificio 3, frente a la cafetería que pone las noticias, con otro larguísimo e incomprensible ensayo de Colin Rowe, que para mi decepción, descubrí que era retrógrada. Con mucha vergüenza debo confesar que esa hora es la cúspide del vacío. Vergüenza, porque hace unos años yo pasaba hasta tres horas sola, esperando clases, y ni se me pasaba por la mente la posibilidad de sentirme abandonada. Diez minutos antes de las 8 voy a sentarme frente a mi edificio, esperando que lleguen mis compañeros con la maqueta que nos hace sudar sangre. Voy a esperar verlo, aunque sea por cinco minutos, porque aparentemente mi cabeza no tiene cosas mejores en qué ocuparse. “Nadie juega con cartas marcadas”, pues a saber si lo voy a ver, o si va a estar rodeado de sus compañeros y voy a tener que fingir que me interesa la conversación de otra persona que al azar se cruzó por mi camino. Van a ser tres horas laaaaargas de clase, pero si no tenemos buena nota, esperen encontrarme en período de prueba disciplinario, por el escándalo que voy a hacer. Cuando terminemos, voy a la siguiente clase, al aula del aire acondicionado que hace mucho ruido y no te deja escuchar al profesor. Pero la clase va a empezar tarde como siempre, y por mientras todo mundo va a estar cansado, con sueño y con hambre: nada interesante pasa en ese lapso de tiempo. Cuando llegue el profesor empiezan las plegarias porque termine pronto y pueda irme a mi casa, donde la descarga de adrenalina se va a dar cuando destape la olla para ver si hay algo bueno de almorzar. Va a ser fatal y voy a comer frente a la tele, para después estar enfrente de esta pantalla, esperando que alguien haya escrito o ver si algo se me ocurre a mí.

Y seguramente no va a haber nada.

3 comments

  1. Hola Marce, unos saludos lejanos para sacarte de la linea ajetreada de tus clases y rutina, ya falta poco de eso, estamos en noviembre y en diciembre se acaba y tendras un respiro de hacer cosas inesperadas y echar la weba, el post de tori te lo debo todavia, que esas fotos del cel de daniel no las he podido bajar, pero en cuanto lo haga lo escribo, va a ser un gran post dedicado a vos, cuidate Marce, muchos besos y abrazos.

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  2. ¿Te gusta el belly dance? ¿Bailas?

    Bueno, yo la verdad es que estilos musicales no entiendo mucho, aunque sí es verdad que la música que utilizan en el estilo tribal es más especial... jeje.

    Recomendar música... uhmm...
    Por ejemplo:

    Keili Olsen (Pentaphobe) hace música mezclando sonidos tradicionales con música electrónica.

    En general casi toda la música que utilizan las Bellydance Superstars está muy bien.

    Natacha Atlas. Tiene una voz muy sensual, aunque si la escuchas mucho puede llegar a cansar (como todo este tipo de música en realidad). Y tiene de cada video... que si lo ves corres el peligro de quedar espantada para toda la vida, como el de "Mistaneek". XD (Horror!!)

    Omar Faruk. La canción "kolaymi" es de mis favoritas. Uaa! Increible. :) Es buenísimo. Tiene música muy variada, aunque para mi gusto la mejor de él es la relajante. Te lo recomiendo muy mucho para estos días en los que andas muy agobiada y estresada, por lo que leo. ;)

    Ehab Tawfik. A mi me gusta para bailar, aunque en el fondo nunca acabas de saber si es un poco horterilla o qué. A veces no sabes si puedes ser una especie de "guiri" bailando una especie de "Porompompero" de Manolo Escobar... Jaja. No lo quiero ni pensar.

    Igual pasa con Tarkan. Mítico con la canción del beso... tan versionada. Ya no sé si será de él o él también es una versión.

    Y por supuesto la música de percusión.

    Además hay mucha más música...

    Mucha suerte.
    ¿Acabas ya el curso en diciembre?
    Como aquí se acaba en junio... jeje

    Besos.

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  3. Me fascina el belly dance, estuve en clases este año como unos seis meses, pero por las clases tuve que dejarlo, y fijo vuelvo en vacaciones, en diciembre. Mi maestra me pasó algunos discos, pero como son recopilaciones entonces no tengo idea de quién toca o canta, por eso te pregunté. Con lo que me recomendaste voy a empezar a buscar, gracias;)

    Como así? Tus clases duran un año? En qué año de arquitectura estás?

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