17 August 2007

La Guerra de los Mundos

Si alguna vez fantaseé sobre la llegada de los Jinetes del Apocalipsis hoy descubrí que es comparable a la fumigación que manda la alcaldía para evitar los brotes de dengue en las colonias. El bizarro de mi vecino tiene un fetiche recurrente con las reparaciones de su casa, que incluyen el uso de máquinas estridentes para pintar muebles, así que cuando casi estallan mis oídos con las explosiones ininterrumpidas, lo único que pude pensar fue en el alfabeto de insultos que conozco, dirigido hacia él. Pero era demasiado fuerte, lo sentía casi al lado de mi ventana.

Mi padre se acerca a la puerta y empieza a gritar. Aporrea la puerta, seguramente la quiere tumbar de un golpe ya que TODO mundo en esta casa sabe que yo me despierto fácilmente. No le puse llave, por qué carajo simplemente no la abre. No es suficiente con el escándalo del enfrentamiento allá fuera, tengo que lidiar con la falta de sentido común de los adultos: estoy somnolienta, pero la Furia trabaja las 24 horas y siempre está lista para atacar. Por qué gritas, por qué golpeas la puerta, está abierto, qué pasa. “¿Por qué tenés esa cara?” (Porque me da tanto gusto que seas tan tarado.) Qué pasa. Pone su cara de orgullo herido, y por ende enojado: “nada, olvidalo”.

Salgo en mi pijama de shorts indecentes y mi camisa a punto de morir, me acerco a la ventana que da a la terraza. Está subiendo humo del patio de abajo. Pero no es humo de incendio, los incendios son silenciosos. ¿Quién es este hombre sosteniendo un arcabuz de donde seguramente sale el humo? ¿Por qué se acerca a la puerta con intenciones de entrar? Me escondo rápidamente en mi cuarto. A los pocos minutos, el inescapable olor a veneno justifica el escándalo. Mi hermano me explica que seguramente a alguien de la colonia le dio dengue para que se vean en la necesidad de fumigar por estos rumbos, que uno jamás consideraría insalubres o de riesgo (la decadencia es de otros tipos). Por supuesto, en la alcaldía no les importa que esta sea la temporada de audiciones de American Idol para un montón de pájaros de colores, que se acercan en las mañanas. Hoy no llegaron.

Internamente, el resto de mi día se malgasta en repasar el despliegue de inmadurez de mi padre. Es el problema de la adolescencia en plena senilidad. Ya tiene 50 (?) años, cuándo va a crecer??????

4 comments

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  2. Los papás se comportan como niños de primaria siempre... Con su frase de "Soy la autoridad en esta casa" se ven más infantiles aún. En esto te apoyo a un 100%. Más, teniendo estos papás que se aplican tan ridiculamente "la ley del hielo"...

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  3. "La decadencia es de otros tipos" LOL, no tenés idea como me dio risa eso. Sos como una Mafalda mayor.

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  4. Hola...hacia tiempo que no vistiba tu sitio....

    Rcuerdo....que mis viejos...eran asi...son los que mandan...los que imponen autoridad..porque saben..que cuando creces y te vas...ya no tienen nada, ni a quien molestar ni autoridad que ejercer...solo quedan recuerdos y refriegas de lo que fue ono fue como padre....arrepentimiento y culpa por no ser mejores o peores...

    la soledad es su miedo y desean quedarse siempre con sus pequeños...recuerdos....

    www.etilidad.blogspot.com

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