Este post es un tributo a un buen blog que descubrĂ­ hace un tiempo ;)

- Cosas que me encantan
1. Las buenas ideas cuando quieren ser escritas
2. Leer
3. La carne (obvio…)
4. La mĂşsica
5. La playa, con todo lo que implica
6. Irme de viaje a cualquier lado
7. El café en cualquier presentación
8. Estar sola en mi casa, poner música a todo volumen y bailar como si no hubiera mañana
9. Bailar
10. Bailar con alguien muuuy guapo
11. Clive Owen
12. Los ex cristianos atormentados
13. Hablar por horas con alguien interesante a horas indecentes y no sentir que pasa el tiempo
14. Tener tanta confianza con alguien que finalmente deje de sentir la necesidad de “entretenerla”. No pasa muy seguido, asĂ­ que lo aprecio bastante
15. La mala, mala, mala televisiĂłn
16. Conducir cuando es muy temprano
17. Los enfoques inteligentes a las cuestiones triviales (Hay una bibliografĂ­a, preguntar)
18. Las narices grandes, en hombres y mujeres
19. Las escenas de cirugĂ­as, reales o ficticias; la sangre en general
20. La arquitectura rebelde, que desafĂ­a las leyes de la lĂłgica o del buen gusto
(Me he reservado ciertas cosas que la naturaleza PG-13 de este blog no permite enumerar)

- Cosas que me dan asco
1. El olor a ratĂłn muerto
2. Las novelas de CorĂ­n Tellado
3. Los insectos


- Cosas que no me gustan, caen mal o molestan
1. Ser levantada por cualquier tipo de música un domingo por la mañana
2. Los gritos
3. La impuntualidad
4. Los mariscos
5. La Tribuna. QuĂ© odio a ese periĂłdico…
6. La bipolaridad en los maestros y padres
7. El fĂştbol
8. Los piropos de albañiles/vigilantes/cualquier hombre desconocido en la calle
9. Que me pidan cambio en los negocios: que ellos no tengan pisto no es mi problema!
10. Que me sigan los empleados de tiendas cuando ando viendo ropa
11. Cuando estoy enojada y alguien intenta calmarme

Los a*l*e*r*o*s deberían de hacer este cuestionario, pero qué esperanzas....
Es una desgracia que las únicas formas de mitología/fantasía aceptables para los adultos sean la religión y el arte. No creemos realmente en eso, pero nos entretiene imaginar por un momento que podrían existir seres que no son de carne y hueso y que su condición no les resta un ápice de realidad o de influencia sobre los humanos mortales.

TenĂ­a siete años cuando miraba por las noches una luz brillante en la esquina de mi ventana. No se movĂ­a y no decĂ­a nada, sĂłlo era una luz. Un dĂ­a le cuento a mi mamá y ella me pregunta quĂ© es. “Es un ángel” le respondĂ­, con la mayor naturalidad.

En mi familia todos son católicos, menos mis papás. No creo que sea producto de una intensa e infructuosa búsqueda filosófica, es más bien un pragmatismo inherente a sus personalidades. Nunca nos bautizaron a mi hermano y a mí, no nos llevaban a misa, no nos enseñaron nada sobre el propósito u origen del mundo. Mi mamá dice que por eso no entendía cuando, con menos de tres años, íbamos caminando por la calle, y si pasábamos frente a una iglesia yo le insistía en entrar. Ella lo relacionaba con la predicción que le habían hecho sobre su primera hija que iba a ser monja, pero esa es otra historia. Me acuerdo que yo sufría porque quería ser bautizada, quería ser una católica en toda la extensión de la palabra. Pero no me iban a dejar hasta que tuviera la conciencia para entender esa decisión, o cumpliera 13 años, cualquiera de los dos que llegara primero.

Mi mamá no entendía cómo era que yo miraba ángeles, pero nunca me creyó mentirosa, ni me dijo que era malo. Por su expresión supe que estaba alarmada, pero trató de disimular y sólo me pidió que se los dibujara. Le conté a mi mejor amiga de la época, y ella se emocionó; quería verlos también. La invité a dormir a mi casa, y mi mamá nos dijo que cualquier cosa rara que pasara, que sólo la llamáramos y ella iba a llegar al rescate. Nos encerramos y apagamos las luces para esperarlos. No sé cuánto tiempo pasó, pero esta vez no apareció una sola luz, era una línea vertical de varias de ellas. Nos quedamos viéndolas un buen rato, hasta que nos dimos cuenta que una silueta oscura estaba dentro de la habitación, frente a nosotras, y empezó a agitar la cama. Gritamos como locas, pero nadie llegaba. Salimos corriendo despavoridas y fuimos a buscar a mi madre, que jura que no escuchó ni un ruido.

DespuĂ©s, un montĂłn de adultos empezaron a decirme que tuviera cuidado con esas “visiones”. Que no querĂ­a terminar como una santera, o hacerme adivinadora. Pronto dejĂ© de ver cosas. LeĂ­ sobre las apariciones de la Virgen de Fátima y empecĂ© a dormir con una lamparita encendida, por miedo a que se me apareciera la Virgen a mĂ­ tambiĂ©n. A los trece años me bauticĂ© e hice mi primera comuniĂłn. Pero no me durĂł mucho, a los 16 era una escĂ©ptica completa. Se cerrĂł toda posibilidad de que algo sobrenatural e inexplicable me volviera a suceder. Unos cuantos años despuĂ©s, una amiga me dijo que es normal que los niños vean seres y cosas que la gente grande no entiende. Algunos ven el aura de otras personas, por ejemplo. Supuestamente esa es una ventana que se cierra cuando creces, porque debes concentrarte en lo que estás haciendo en este plano, pero eventualmente podrĂ­a volverse a abrir.
Ahora, que perdĂ­ el contacto, debo pagar por la entrada como cualquier adulta normal: aprender a meditar, o practicar el ritual del Mensajero que Paulo Coelho describe en “El peregrino”. Tengo un gran deseo de saber si el mundo es sĂłlo esto, o si de verdad hay más, pero poder conocerlo, no conformarme con una teorĂ­a descabellada en la que se da por sentado que el ser humano no tiene la capacidad de entender la naturaleza de lo trascendental. Por lo menos planteo la pregunta otra vez, a ver adĂłnde llega.

Although the name Marcela creates an interest in the deeper aspects of life, we emphasize that it causes a materialistic approach that frustrates higher humanitarian qualities.

Your first name of Marcela has created a deep, sensitive, refined nature with an intelligent mind.
As you are particularly clever along business lines, and have mathematical ability and a keen appreciation of material values, you are inclined towards the business world.
You would do well in a managerial position, as you have executive ability and a poised manner able to take charge and see that procedures are followed.
You appreciate the finer things of life and look for quality in your material possessions.
Your sensitivity and rather reserved manner make it very difficult for people really to know you.

http://www.kabalarians.com/index.cfm
“I mean, let’s face it: When you’re eating simple barbecue under a palm tree, and you feel sand between your toes, samba music is playing softly in the background, waves are lapping at the shore a few yards off, a gentle breeze is cooling the sweat on the back of your neck at the hairline, and looking across the table, past the column of empty Red Stripes at the dreamy expression on your companion’s face, you realize that in half an hour you’re probably going to be having sex on clean white hotel sheets, that grilled chicken leg suddenly tastes a hell of a lot better.”
-Anthony Bourdain


Estoy convencida que mi personalidad completa puede ser resumida en esta frase: soy una carnívora despiadada e irremediable. Tengo ancestros provenientes de la región especializada en el mejor ganado vacuno de todo el país, y desde pequeña como buena carne, carne que me extrañaría encontrar de mejor calidad en cualquier lado. Pero mi herencia es una coincidencia afortunada, puesto que mi ferviente deseo por la carne me domina todo el tiempo. Hay muchas ocasiones en que el antojo común se convierte en monstruosa necesidad de sangre proveniente de algo que haya sufrido al morir. (Espero no haber relatado antes la anécdota en la que tengo cinco años, estoy en casa de mi abuela, parada debajo de carne colgada al aire libre para secarse y ser cocinada como tapado, recogiendo en mi palma las gotitas de sangre que caen para tomármelas.)


Pero eso es lo único bueno que tengo con respecto a gusto por la comida. Después de eso entran en el panorama miles de exigencias consentidas, ascos profundos y excentricidades que no logro controlar. Casi nunca me termino todo lo que sirvo; paso por etapas en las que no disfruto los alimentos, pero no como un desorden alimenticio, sino como un tedio debido al gesto redundante de masticar; como lentísimo y siempre termino sola en la mesa por lo que prefiero comer sola, además que a veces me entra fobia a comer frente a otras personas. Detesto con todas mis fuerzas cocinar, pero admiro a la gente que lo hace y lo disfruta. Uno de los rasgos más atractivos que he encontrado en una persona es su habilidad de comer de todo, y comérselo todo, dejando siempre el plato limpio y ordenado.


Lo que más resalta de mis malas costumbres en la mesa, es mi repudio hacia los mariscos y pescados. El aspecto, la textura, el olor… no tienen a su favor ningĂşn punto que me haga querer acercarme a ellos. Siempre que viajábamos a la costa a unos lugares de mala muerte en bĂşsqueda de la sopa marinera perfecta, yo comĂ­a pollo frito. La famosa paella del Quijote para mĂ­ es simplemente una tortura bien cara, y los fines de semana en mi casa son de aflicciĂłn porque son los dĂ­as oficiales de comprar cangrejo en el mercado. Sin embargo, en mi visiĂłn del paraĂ­so terrenal están los curiles del sur y un pescado frito ya sea, en el Lago de Yojoa o en Choluteca. El fenĂłmeno es entendible gracias al panorama, la compañía y la libertad y descanso que simbolizan. El viaje del año pasado con mis amigos al Lago era una simple excusa para comer pescado infestado con mercurio, pero no se los he confesado aĂşn. Y sĂłlo recordar este martes de Semana Santa que nos fuimos a San Lorenzo con tres de mis personas favoritas en el universo, me hace muy feliz y me devuelve las ganas de vivir.





Los mariscos en la ciudad no tienen ninguna magia.
“Lo opuesto de auto-referencia es referencia al objeto. En la referencia al objeto siempre somos influenciados por objetos fuera del Ser, los cuales incluyen situaciones, circunstancias, gentes y cosas. Al referirnos al objeto estamos constantemente buscando la aprobaciĂłn de otros. Nuestros pensamientos y nuestro comportamiento son siempre en anticipaciĂłn a una respuesta. Por lo tanto, está basado en el miedo.”

El pomposo final de mi última semana del semestre fue el examen más desastroso de toda mi carrera universitaria, y un trabajo de investigación que dejó mucho que desear, para una clase en la que se presenta ese único examen y ese único trabajo para la evaluación global. Tenía mucho tiempo de no sentirme tan insatisfecha conmigo misma, tan mediocre. Ya debería de estar acostumbrada al concepto de que son los últimos cinco días los que determinan el resultado numérico de mi esfuerzo de cuatro meses, y sin embargo, heme aquí, de luto, frustrada, y anticipando calificaciones regulares en el mejor de los casos.
El enfoque holĂ­stico me hace considerar todos los factores que intervinieron en mi pobre desempeño. Mi primer impulso es culpar a todo mundo: mis padres y sus dramas adolescentes; los ridĂ­culos huelguistas que nos hicieron perder tanto tiempo dejando todo acumulado para Ăşltima hora… Pero realmente no tengo excusa: sĂ© que hice lo mejor que pude y aĂşn asĂ­ no fue suficiente.

Mi problema sigue siendo el mismo de hace cinco años cuando empecé la universidad: sigo creyendo que son mis calificaciones las que determinan la calidad de persona que soy, el tipo de profesional que voy a ser, el futuro que merezco. Mi trabajo no es producto de una pasión feroz, de la dicha de expresarme o siquiera de la confianza en mí misma: es un pobre intento de querer encajar, de asignarme una identidad, de escapar de mi situación y estado emocional.

Honestamente, no tengo muchas opciones. Sacudirme y seguir adelante. Dormir, recuperar energĂ­as, cortarme el pelo convenciĂ©ndome mentalmente de que eso me va a hacer sentir más ligera y libre. Estoy exhausta y decepcionada, no me queda otro remedio más que el desapego. Por algo es que Aimee Mann lo dice en una canciĂłn: “it’s not going to stop, so just give up”.
Respondiendo al meme de don Avilio:

Los tres blogs hondureños que más reviso son:
-La entrada cuesta la razĂłn
- The patethically normal, pop cultured obssesed life of Jose
- Misconcepciones de la mente humana

Los tres blogs hondureños de lo más loco que hayan visto
-La entrada cuesta la razĂłn (este es el rey de lo imprevisible)
-Gotterdamerung (por favor que alguien me lo explique)
- Cosmética del enemigo

Los tres blogs hondureños cuyos dueños me caen mejor
-Gotterdamerung
-La entrada cuesta la razĂłn
-Misconcepciones de la mente humana

Ahora, quiero que respondan Yanis, Jose, Andrés y Gaby ;) Whipish!
Como ya es tradición en el blog, la noche antes de entrega les presento el proyecto. Sin embargo, para hacer alarde de mis recién adquiridas habilidades con el Sketch up, en esta ocasión no les voy a mostrar los planos, sino los resultados finales en formato digital. He aquí el centro de visitantes para el pueblo de San Juancito.
Planta de conjunto:
Fachada lateral 1:
Fachada lateral 2:
Fachada posterior:
Fachada frontal:
Y miles, miles de perspectivas:












Había jurado concentrar mi atención única y exclusivamente en mis clases por esta última semana. Me había comprometido a no tocar el blog, el diario, libros de cualquier naturaleza, grabar los habituales programas de tele y dejar todo de lado hasta la entrega de Diseño, cuando iba a recuperar la libertad. Había hecho una lista con todo lo que iba a hacer ese mismo día: cortarme la mayor cantidad razonable de pelo posible, alquilar dos dvds de Gilmore Girls, comprar suficientes dotaciones de cidra, atún y hongos y no salir de la cama por los dos días siguientes. Pero de repente se vino encima la entrega de Taller, al día siguiente de la entrega de Diseño.

Y la entrega de TeorĂ­a del urbanismo al dĂ­a siguiente de la entrega de Taller.

Y al arquitecto de Taller se le ocurriĂł que va a poner examen (¿?) al dĂ­a siguiente de la entrega de TeorĂ­a del urbanismo.

Y faltan exámenes de Teoría e Instalaciones en algún momento de la semana siguiente.

Lo que me deja trabajando ininterrumpidamente estos dĂ­as, sin ningĂşn escape decente por que todos los habĂ­a desplazado para un dĂ­a que se aleja cada vez más de mĂ­. Mis momentos de relajaciĂłn se han convertido en treinta asquerosos minutos de “Showbiz Tonight” a medianoche, que me dejan sintiĂ©ndome sucia por el resto del dĂ­a, pero que no puedo evitar.

Estoy entrando al umbral del dolor.
Por alguna gran coincidencia, el dĂ­a del Arquitecto y el dĂ­a de la Cruz se celebran en la misma fecha. Y para festejar ambos acontecimientos, voy a dar mi omnisciente opiniĂłn sobre el actual conflicto de la UNAH.

Desde este semestre han empezado a aplicarse la matrícula condicionada y los exámenes de admisión, para restringir el número exorbitante de alumnos que entran a la universidad y que luego dejan sus clases. Ahora en el historial aparecen todas tus notas, incluyendo las de clases reprobadas y abandonadas, y son tomadas en cuenta a la hora de calcular el promedio. Si este es menor de 20, quedas expulsado por un semestre; de 20 a 40 sólo puedes matricular 3 clases y se da de plazo un año para que mejores las calificaciones, de lo contrario se aplica el mismo castigo que a los anteriores.

Desde luego, los alumnos son completamente incapaces de asumir las consecuencias de sus actos, y ahora, siguiendo con la última moda de huelgas de todos los sectores del país, alguno de esos frentes monosílabos de estudiantes haraganes está cerrando los edificios, hasta que la junta de transición los complazca con su capricho de eliminar ceros del historial, quitar la matrícula condicionada y (para aparentar que sus intenciones son justas) implementar mayor seguridad dentro de la universidad.

En todo el tiempo que yo he sido estudiante, son muy pocas las ocasiones en las que las huelgas me han afectado. A veces cierran únicamente los edificios de clases generales, o la facultad de Medicina (con respecto a ese tema, que conste que yo apoyo a los estudiantes hondureños que no quieren privilegios para los recién llegados de Cuba) y generalmente se olvidan del edificio de ingenierías. Pero este semestre todos se han dado gusto. Hace unas pocas semanas se dio el colmo de las ridiculeces: estudiantes hacen huelga por la inseguridad en el campus, Junta de Transición contrata compañía privada de vigilancia, sindicato hace huelga por que compañía de vigilancia deja sin trabajo a unos cuantos guardias. También casi muero de la risa cuando alumnos que ni siquiera han entrado a la universidad hicieron manifestaciones en contra del examen de admisión, que todo mundo sabe, es risiblemente fácil.

Es tan exasperante, cuando hay protestas, de cualquier rebaño de inconformes que sea, SIEMPRE se salen con la suya y se les hace caso en lo que piden. Pero tendrían razón de exigir cosas lógicas, como el derecho a tener agua todo el día para no tener que aguantar esos baños asquerosos e inhumanos, pero que vengan y protesten por las sanciones a su haraganería e indisciplina es inaudito. Ellos son los únicos responsables de la situación en la que se encuentran; deberían de sentir vergüenza de hacer pública su mediocridad agrupándose para hacer relajo y todavía declarando en los medios como si fueran víctimas. Quisiera creer que va a haber justicia y no sólo van a mantener las nuevas medidas en la universidad, sino que además van a ser peores y van a expulsar de verdad a esos vagos sin oficio, pero seguramente van a volver a la tolerancia absurda que le da tan buena fama al sistema educativo gubernamental.