02 March 2007

la voz de la sangre pt.II

Cada día me parezco más a mi padre. Tengo 21 años tras de mí que pueden atestiguar de mis esfuerzos para no caer en el abismo de la memoria genética, pero todo indica que es una causa perdida. Confieso que he bajado la guardia: a medida que creces te haces más comprensivo y condescendiente con tus errores. Por que tiene que llegar algún momento en el que te sientas libre de ser cualquier cosa y que algo que se asemeje al amor propio empiece a aparecer. Tiene que llegar ese momento, y exijo que ese tiempo sea ahora.

Pues me descubro haciendo comentarios con delirios de omnipotencia, mi visión de la vida ahora es más práctica y menos ingenua, y por primera vez todo aquello que mi padre me recomendó lo estoy considerando seriamente como el mejor camino a seguir. Lo anterior lo afirmo con una mezcla bizarra de sentimientos. Hay mucho de resignación, por que siento que es mucho más dañino tratar de callar mi verdadera naturaleza; también hay algo de alivio en saber que no tengo que pelear más. Pero existe un lado oscuro que viene con esa nueva identidad, y tengo que enfrentarla todos los días. Mi tendencia al aislamiento es aguda en estos días. Comprendo racionalmente que tengo que tener un buen manejo de las relaciones públicas. Es esencial para sobrevivir en la jungla de la civilización, puesto que de tus contactos y tu relación con ellos depende, en gran parte, el éxito en tu trabajo, blah, blah, blah. Pero cada día se añaden más individuos a mi lista de personas huecas del coco, y sólo Dios sabe el esfuerzo titánico que tengo que hacer para hablar con gente. Muchos de ellos son zoquetes, otras veces el intercambio social es intimidante en sí. Pero de verdad que estoy tratando, por que sé adónde desemboca ese camino, y me sigo negando a creer que estoy condenada. Soy la Edipo del nuevo milenio. Y aunque al final de todo me dé cuenta que mis acciones para huir de mi destino eran mi destino, habré hecho la lucha y estaré tranquila. La mayoría de las veces lo mejor a lo que puedes aspirar de la vida es a tener la conciencia tranquila.

Es muy peculiar vivir con la sensación de que no sabes exactamente quién eres. No es que eso pueda llegar a saberse por completo, es simplemente que parece que miles de otras criaturas viven dentro de mí sin mi permiso. Y yo no puedo hacer nada para deshacerme de ellas. Quedaría vacía, en blanco, sin una palabra que sea de mi propia autoría.

3 comments

  1. Anonymous10:51 AM

    poné el enlace a la voz de la sangre parte 1.

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  2. http://darkgirlrhyme.blogspot.com/
    2006/01/la-voz-de-la-sangre.html

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  3. Anonymous12:13 PM

    ese monton de gente dentro de uno, es justamente el concepto de DVC... viste? cómo le pondrías a tu ciudad?

    un abrazo

    dz

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