22 February 2006

strange days

Una de las características más impactantes de crecer es que los límites empiezan a degradarse en tonos que no te permiten distinguir de qué lado estás. Te has preocupado tanto por muchos años en poder definirte, identificarte con algún patrón, y a medida que pasan el tiempo ese modelo se deshace, partícula a partícula, en una especie de mezcolanza que te convierte en una criatura irreconocible. Mi vida clandestina es bastante interesante. A veces me da la impresión que al esconder algo del dominio público es en realidad de mí que lo estoy ocultando, pero pronto me doy cuenta que es únicamente para evitarme el engorroso trabajo de justificar mis actos ante los demás.

No puedo decir que me entiendo completamente. No puedo siquiera afirmar que sé lo que quiero. Me sorprendo tantas veces rechazando algo que he deseado intensamente y aceptando cosas que ni sabía que estaban a mi disposición. Soy tan buena mintiendo que en ocasiones yo misma creo mi engaño. El remordimiento, la vergüenza nunca hacen su aparición, y al final todo sale bien. Tampoco crean que soy una red de falacias caminante: son pequeñas cosas, cruciales, personales, las que prefiero guardar en secreto o bajo una ligera capa de distorsión.

Aprendo a comprometerme, a aceptar las cosas como son y no como quiero que sean y a desinteresarme de aquellos que tampoco me prestan atención. Estos son días extraños por que ya no soy aquel ser asustado que rogaba que lo amaran, y que buscaba desesperadamente aprobación. No sé qué soy ahora, pero los mantendré informados.

1 comment

  1. Amen.
    Yo estoy pasando por lo mismo. No hay nada peor que descubrir que no sos quien creias ser.

    ReplyDelete